Del discurso a la propuesta, sepamos escuchar

Autor: Gerson Upún, futuro internacionalista.

A una semana de haber iniciado la campaña electorera (no electoral) en Guatemala, pareciera ser que el panorama político será uno monótono y superficial, lleno de incertidumbre y trabas jurídicas, en donde el diálogo, la integración y la propuesta no figurarán siquiera como parte del discurso. Claramente habrá excepciones, y son esas a las que el ciudadano consciente y responsable deberá apostarle.

Antes de comenzar, es fundamental conocer la historia del Estado de Guatemala, y de cómo llegó a ser uno de los países políticamente más inestables de la región latinoamericana. En síntesis: gobernado por caciques durante un régimen colonial que duró cuatrocientos años; después caudillos durante el siglo XX, en su mayoría militares, para ser eventualmente gobernado por empresarios apoyados por otros militares y particularmente, civiles con el auspicio de EEUU dentro de la nueva “era democrática” a la cual damos cuenta hasta el día de hoy.
No obstante, parece ser que la historia se repite cada cuatro años: afiches de colores, nuevas caras (algunas siguen siendo las mismas), disturbios en diferentes puntos del país, etc., mientras que los cambios sustanciales, esos que tanto se vociferan durante las campañas simplemente no toman lugar.

Y es que los problemas de los que se habla cada cuatro años siguen ahí, pero son realmente los discursos los que se van modificando en el camino, según la coyuntura lo adecue y la ciudadanía lo permita. Pero en esencia, los problemas permanecen, no se modifican, no trascienden. Basta echarle un vistazo a la realidad del país para poder afirmarlo.

¿Qué estamos haciendo mal?

Según la página web oficial del Programa de las Naciones Humanas para el Desarrollo - PNUD-, y su Índice de Desarrollo Humano -IDH-, “(…) Guatemala ocupa el lugar 133 de 187 naciones del mundo, el último en Centroamérica, y el último entre los países hispanoamericanos con un índice de 0.581”. (PNUD, 2019).

¿Y por qué es este un tema importante dentro del proceso electoral?

Precisamente por que a través de la votación para elegir a los próximos candidatos a presidente, vicepresidente, diputados, alcaldes, concejales, etc., se estaría dejando en sus manos la administración del Estado, cuyos propósitos son el bienestar y el desarrollo integral de sus habitantes, entre otros aspectos que aún son tema de debate, pero que repercuten en el desarrollo del país.

Y lejos de aseverar que el Estado deba conducir cada uno de los aspectos de la
cotidianidad de sus ciudadanos, lo que sí es cierto es que el Estado de Guatemala necesita al menos saber conducir, y consecuentemente dirigir al país al “desarrollo” que tanto le hace falta, en conjunto con el mercado, la tecnología y prioritariamente, con visión política.

En ese sentido, ¿qué persona es la más ideal para poder conducir el camino del país?
¿Debe ser un economista, un político, un abogado, otro comediante quizás? ¿Debe ser hombre o mujer?

Lo anterior pasa a segundo plano si sus objetivos no inciden en las
necesidades del pueblo guatemalteco y si la formulación del discurso crea división en lugar de integración.

De esta cuenta, es necesario reconocer que el tema CICIG, aborto, pena de muerte, matrimonio igualitario, familia tradicional, serán parte del discurso a lo largo de las posteriores semanas de campaña, y que esto responde a una coyuntura política cambiante y dinámica, pero que los problemas de estructura seguirán ahí. Dichos problemas, como la pobreza, salud, educación y seguridad son a los que se les debe prestar especial atención, y con los cuales se sabrá identificar a qué candidatos se les puede apostar el voto dentro de este proceso electoral.

Para finalizar, el tema del discurso político es muy amplio, comprenderlo involucra conocer de psicología, historia, sociología y hasta antropología, si así deseamos verlo. Sin embargo, dentro del contexto político en el que Guatemala se encuentra, resulta fundamental saber escuchar los discursos e identificar las propuestas de los candidatos para las próximas elecciones generales.

Todo lo anterior si realmente deseamos superar los errores del pasado y cambiar el futuro del país poniendo los temas prioritarios en la mesa. Sepamos escuchar y propongamos.

Fuente:
UNDP Guatemala. (2019). La pobreza, reflejo de la exclusión y la inequidad. Obtenido el 23 de marzo de la World Wide Web:
http://www.gt.undp.org/content/guatemala/es/home/ourwork/povertyreduction/in_depth.html

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