Globalización y Transculturización. Por Livni Saput

Este ensayo es publicado con la autorización de LIVNI ANEDNI SAPUT RODRÍGUEZ, estudiante de la Escuela de Ciencia Política de la UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA. Ciudad de Guatemala.


Globalización y Transculturización:



 Debido al enorme crecimiento tecnológico, científico, económico y de las comunicaciones se han acortado las distancias y las fronteras entre países, esto hace que los países estén cada vez más interrelacionados y comunicados. Esto se puede verificar debido a que hoy en día lo que sucede en determinado país afectará a otros y los hechos de este suceso se sabrán rápidamente por todo el mundo.
  Esto es una tendencia moderna en crecimiento, que abarca todos los países y a todos los habitantes del planeta sin excepción alguna. Esto es lo que llamamos globalización que afecta la economía, la tecnología, las comunicaciones, la forma de percibir el mundo y hasta las interrelaciones de culturas y pueblos. 
  La globalización es un proceso de cambio cuyo fin es crear un “aldea global” que facilite las interacciones sociales de todo tipo y mejore la organización mundial. La creación de una aldea global para algunos países es preocupante, debido a que se cree que, con el surgimiento de esta, también surge una mayor de desigualdad en amplios sentidos, pero mayormente económica.
  “Si bien el proceso de globalización es un fenómeno complejo, de múltiples dimensiones, algunas de sus facetas más visibles y determinantes son las económicas” (CEPAL & Unidas, 2002, pág. 28).
  Las tendencias de desarrollo de comercio exterior y economía mundial para algunos están “impulsadas a favor del capital transnacional y promovidas por organismos financieros internacionales” (Equipo Maíz, 2015), lo que incita a creer que la globalización solo beneficia a grupos privilegiados como transnacionales, bancos, países de primer mundo etc.
  Sin embargo, algunos autores consideran que el problema de la distribución desigual, se debe a los mismos países que no han podido “cosechar los beneficios de la globalización” (Dollar, 2005, pág. 16), esto basándose en una teoría que aduce que “los países pobres no lograron globalizarse debido a políticas inadecuadas” (Dollar, 2005, pág. 17). Esta disminución de la participación de los países pobres en el comercio mundial y el supuesto dominio económico de algunas empresas y países, crean la desigualdad económica a la que muchos países (mayormente los países en vías de desarrollo) le temen. 
  Es inevitable mencionar la concentración de ingreso en manos de países desarrollados, pero debemos tener en cuenta que estos países no solo cuentan con una mayor eficacia en la producción de bienes y servicios, también cuentan con un mayor crecimiento tecnológico y una mejor política de comercio exterior. Lo que también los hace países de inmigración, estos países con frecuencia reciben a personas procedentes de todos lados del mundo, cuyo fin es aprovechar de “los beneficios de la globalización” (Dollar, 2005), de estos países. 
  La globalización ha promovido la migración de los pueblos del mundo, esto por factores que promueven la movilidad. La complejidad de la migración internacional actual “encuentra sus determinantes factores básicos en las desigualdades en los niveles de desarrollo” (CEPAL & Unidas, 2002). La migración internacional “siempre ha contribuido a los intercambios culturales” (CEPAL & Unidas, 2002), lo que hace que surja el fenómeno de la transculturización. 
  Existen ya varios ejemplos de la transculturización, podemos notar que en el mundo se crean formaciones de comunidades transnacionales, que mesclan su diversidad cultural con la del país en que residen.  
  La creación de estas comunidades internacionales crea la posibilidad de “culturas etimológicamente homogéneas” (Steingress, 2002, pág. 90), esto siempre teniendo en cuenta la diversidad de los vínculos sociales que existen y también como la tecnología fomenta estos vínculos. 
  Algunos autores como “Wolfgang Welsch, aun reconociendo la tenacidad de los particularismos, consideran la globalización con optimismo. Ven en ella (a) un acontecimiento en pro del intercambio y la interacción que capacita para la separación de la era de los nacionalismos y las perspectivas regionalistas, el inicio de una fase de expansión de una cultura universal a través de la transculturalidad y la aparición de un tipo de personalidad cosmopolita propia de la sociedad mundial” (Steingress, 2002). Sin embargo, otros ven a la transculturización de forma negativa ya que creen que a medida que las sociedades se integran pierden su diversidad, “muchas personas temen no a la mayor diversidad que puede producir la globalización, si no al peligro de que esa diversidad pueda borrar las diferencias culturales y producir una cultura global estandarizada”. Es importante aclarar que la transculturización por su parte no solo desaparece las diferencias culturales, sino también crea nuevas culturas y fusiona algunas de ellas.  
  Como se puede ver la trasculturización es un fenómeno de discusión polémica, pero no podemos negar su existencia y su constante expansión. La realidad social aún está lejos de ser una sociedad homogénea, sin embargo, no podemos descartar que compartimos con más frecuencia similitudes socioculturales y estamos cada vez más interrelacionados. La intensificación de las migraciones masivas también son un efecto producente en la transculturización, los movimientos internacionales son cada vez más frecuentes y normales en las sociedades mundiales. 
  La globalización es un proceso imparable que abarca a todo el mundo y que seguirá en crecimiento, si bien es cierto que la globalización facilita este intercambio multicultural, es de saber que los seres humanos por necesidad nos interrelacionamos.  por lo tanto, el cambio es inevitable, la creación de culturas trasnacionales seguirá dándose y con el tiempo se concretará de mayor forma.

Referencias. 


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